
Desde los trece años pertenezco a ese mundo oscuro, tenebroso y contaminante. Vivo por y para él. Absorbe mi energía, me esclaviza, merma mi economía, hace que mi cuerpo y mi mente le pertenezcan.
Aquél fatídico día en que cogí mi primer cigarrillo y aspiré su asqueroso humo, realmente no recuerdo que pasó por mi cabecita. Solo me acuerdo que de la tos y el mareo que sentí, a duras penas podía respirar. No obstante continué fumando hasta que conseguí que ese nauseabundo olor y sabor se convirtieran para mi en algo "agradable". Entonces ya era demasiado tarde para retroceder, ya estaba enganchada!. Si, si digo bien enganchada, a una droga poderosa y super perniciosa llamada nicotina.
Desde entonces y hasta ahora había tenido la falsa ilusión de que fumar era de lo más
satisfactorio. No entendía como los no fumadores disfrutaban de sus vidas, con esa carencia de un "placer" tan sumamente exquisito como era el de encender e inhalar el mágico humo de un pitillo. Era incomprensible para mi suponer una reunión de amigos, cualquier fiesta, o una sobremesa sin mi apreciado "veneno".
No entiendo aún como he estado esclavizada tantos años, sometiendo mi voluntad ante vicio tan ingrato e injustificado. Y más conociendo mis ansias constantes de libertad y el reto de no sentirme atada más que a lo inevitable en ésta, mi vida.
Placer? ..Que placer puedo obtener en arruinar mi existencia poco a poco y encima pagando para ello?
Es como si estuviese despertando de una larga pesadilla. Siento como que una parte aún sana de mi cerebro contaminado me estuviese queriendo avisar del tremendo mal.. y del aún reparable error que estoy cometiendo.
Motivos para dejarlo?..TODOS. Lo que no tengo es ni uno sólo para seguir destrozándome.
Quizás haya sido determinante el hecho de que el próximo jueves me someto a una pequeña cirugía dental y mi odontólogo me ha puesto sobre aviso del perjuicio que ocasionaré a posteriori si no dejo el tabaco.
Puede que sea también el libro que he conseguido de "auto ayuda" lo que me está concienciando del " grave problema", que yo como todo fumador ya conoce, pero no queremos ser conscientes de él.
También el hecho de que gran parte de mis amigos, a los que considero inteligentes, no fuman o no lo han hecho jamás. No lo necesitan para vivir y son felices..o infelices, pero su estado no depende de la basura de la droga.
Mientras que antes estaba permitido, bien tolerado e incluso socialmente muy aceptado, en la actualidad los fumadores pertenecemos a ese grupo de "apestados" y "apestosos" marginados y rechazados por casi todo el mundo.
Así que con estos datos y este convencimiento de que es absurdo seguir manteniendo el "monstruo" que llevo dentro..he tomado la decisión tajante y fulminante de que el jueves, osea pasado mañana, encenderé y fumaré el que será mi último cigarrillo.
Sé que lo pasaré mal..o al menos lo supongo. Ya que es como algo habitual en mi hacer casi todo lo que hago cotidianamente, excepto donde la prohibición manda, con el susodicho entre mis dedos o pegado a mis labios.
Pero sé a ciencia cierta que lo superaré. Y que si otros lo han hecho, porqué yo no?.
Lo que sí afirmo y me siento bien segura de ello, es que si consigo vencer al tabaco, jamás, nunca jamás, volveré a fumar..aunque el "demonio" de la tentación me invite a ello.
Me dejaré llevar por otras suculentas, saludables y gratuitas tentaciones que me ofrece la vida.
Lo conseguiré?...
PD: Se admiten apuestas!!
Aquél fatídico día en que cogí mi primer cigarrillo y aspiré su asqueroso humo, realmente no recuerdo que pasó por mi cabecita. Solo me acuerdo que de la tos y el mareo que sentí, a duras penas podía respirar. No obstante continué fumando hasta que conseguí que ese nauseabundo olor y sabor se convirtieran para mi en algo "agradable". Entonces ya era demasiado tarde para retroceder, ya estaba enganchada!. Si, si digo bien enganchada, a una droga poderosa y super perniciosa llamada nicotina.
Desde entonces y hasta ahora había tenido la falsa ilusión de que fumar era de lo más
satisfactorio. No entendía como los no fumadores disfrutaban de sus vidas, con esa carencia de un "placer" tan sumamente exquisito como era el de encender e inhalar el mágico humo de un pitillo. Era incomprensible para mi suponer una reunión de amigos, cualquier fiesta, o una sobremesa sin mi apreciado "veneno".
No entiendo aún como he estado esclavizada tantos años, sometiendo mi voluntad ante vicio tan ingrato e injustificado. Y más conociendo mis ansias constantes de libertad y el reto de no sentirme atada más que a lo inevitable en ésta, mi vida.
Placer? ..Que placer puedo obtener en arruinar mi existencia poco a poco y encima pagando para ello?
Es como si estuviese despertando de una larga pesadilla. Siento como que una parte aún sana de mi cerebro contaminado me estuviese queriendo avisar del tremendo mal.. y del aún reparable error que estoy cometiendo.
Motivos para dejarlo?..TODOS. Lo que no tengo es ni uno sólo para seguir destrozándome.
Quizás haya sido determinante el hecho de que el próximo jueves me someto a una pequeña cirugía dental y mi odontólogo me ha puesto sobre aviso del perjuicio que ocasionaré a posteriori si no dejo el tabaco.
Puede que sea también el libro que he conseguido de "auto ayuda" lo que me está concienciando del " grave problema", que yo como todo fumador ya conoce, pero no queremos ser conscientes de él.
También el hecho de que gran parte de mis amigos, a los que considero inteligentes, no fuman o no lo han hecho jamás. No lo necesitan para vivir y son felices..o infelices, pero su estado no depende de la basura de la droga.
Mientras que antes estaba permitido, bien tolerado e incluso socialmente muy aceptado, en la actualidad los fumadores pertenecemos a ese grupo de "apestados" y "apestosos" marginados y rechazados por casi todo el mundo.
Así que con estos datos y este convencimiento de que es absurdo seguir manteniendo el "monstruo" que llevo dentro..he tomado la decisión tajante y fulminante de que el jueves, osea pasado mañana, encenderé y fumaré el que será mi último cigarrillo.
Sé que lo pasaré mal..o al menos lo supongo. Ya que es como algo habitual en mi hacer casi todo lo que hago cotidianamente, excepto donde la prohibición manda, con el susodicho entre mis dedos o pegado a mis labios.
Pero sé a ciencia cierta que lo superaré. Y que si otros lo han hecho, porqué yo no?.
Lo que sí afirmo y me siento bien segura de ello, es que si consigo vencer al tabaco, jamás, nunca jamás, volveré a fumar..aunque el "demonio" de la tentación me invite a ello.
Me dejaré llevar por otras suculentas, saludables y gratuitas tentaciones que me ofrece la vida.
Lo conseguiré?...
PD: Se admiten apuestas!!