Dicen que los traumas sufridos en la más tierna infancia, te marcan y van dando forma a tu futura persanalidad o"forma de ser". Lo creo a pies juntillas, pues lo que voy a relatar a continuación, me dejó bastante "tocada", y sentó las bases de mi criterio sobre muchas cosas en mi posterior vida de adulta.
Mi familia pertenecía a la clase obrera luchadora, en busca de un mejor porvenir. Por aquél entonces yo tendría unos cuatro añitos, viviamos en un buen barrio de Málaga,a las afueras, donde mis padres se habían trasladado y construido una casa, bastante más humilde que las que nos rodeaban. Intentaban, trabajando duro dar a sus hijos una mejor vida que la que habían tenido ellos.
Al lado nuestro vivía una familia, en bastante mejor situación económica que nosotros: una casa enorme con muchos muebles y hasta una criada!. Su hija pequeña,(de mi misma edad), era mi mejor amiga. Las dos correteabamos por los alrededores libres cómo los pajaritos. Cogíamos higos chumbos, y nos llenabamos las manos de pinchos de las chumberas. Eramos felices,(o eso creo).
La cuestión es que Trini, que así se llamaba, y yo pasabamos largas tardes jugando en mi casa, donde los muebles eran bastante más pequeños, y bastante menos caros. Núnca ibamos a la suya, jamás!. o en la mia o en la calle. Y por supuesto yo había entrado en su "mansión" en contadas ocasiones. Su madre , una señora delgada y tiesa, siempre nos echaba fuera: "a jugar a otro sitio, aquí no"
Y llegó el fatídico día!. Vinieros unos familiares de Trini : tios, primos..Su supercasa se llenó .Y nosé cómo allí estaba yo? en el megasalón rodeada de gente. La señora tiesa apareció por la gran puerta, con una grandísima bandeja plateada llenísima de unas pastas de apariencia deliciosa!!. Mmm, las había de chocolate, con guindas, de fresa..de todos los sabores y colores que te puedas imaginar. La boca se me hacía agua pensando en la que iba a coger cuando me tocase a mi el turno.Pues en esa casa eran "muy educados", y se colocaron todos en círculo, (yo también ), esperando la llegada de la bandejaza!
Ya sabía la que me iba a comer: una gran pasta amarilla, con la mitad recubierta de chocolate.
Uff, cada vez estaba más cerca de mí, ya sólo faltaba por coger el primo rubio y me tocaba!
Podía olerlas, las tenía por encima casi de mi cabecita..cuando de repente: la tiesa me miró con cara de asco, ( una cara que después he reconocido en mucha gente ), y pasó de mí!!!.Me quedè compuesta y sin pasta.
Es patètica a veces la actuación y el comportamiento de los adultos.
Desde ese día supe que no por el hecho de ser más mayor, se es más sabio.
Luego se supo que no eran familiares, sino miembros de la secta Moon. Y las pastas estaban llenas de veneno pues todo esa reunion se trataba de un suicidio colectivo.
ResponderEliminarY colorin colorado todos se fueron a criar malvas. :P